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No hay que meterse en las rutinas sexuales de un matrimonio, por supuesto, pero pasa que las de esta madurita francesa y su marido son bastante públicas y notorias. Quizá a nadie le importaría cuándo ni a qué hora quieren follar si ellos no eligieran sitios públicos donde hacerlo y donde cualquiera puede verlos, como es el caso de esta cala empedrada. Y eso por no hablar de que no es lugar demasiado cómodo, pero como sea, desde luego tiene hábitos de puros exhibicionistas, y no...
A este matrimonio le va follar al aire libre
