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A pesar de que siempre he tenido mi coche como picadero para poder tirarme a las chicas calentorras con las que me liaba, siempre tuve que escuchar protestas por el sitio tan incómodo que era. Uno tiene pocas pelas y no puede permitirse el ir alquilando habitaciones para echar un polvo, así que me las aguantaba más o menos, todo fuera por follar. Hasta que por fin he encontrado a una tía a la que no sólo no le molesta tener sexo en el coche, sino que además tiene verdadero vicio...
Mi novia y su afición a follar en los coches
