Loca por recibir una polla en su culo

Este hombre casado es un auténtico golfo. Siempre que tiene oportunidad se va de putas. Pero no le gusta cualquier puta, solo le van las chicas del este: rusas, ucranianas, polacas… es decir, mujeres rubias, de piel clara y rasgos del este.
Por supuesto, su esposa no tiene ni idea de que cuando ella no está llama a putas rusas para follar con ellas. Y eso que lo hace en su propia casa. Supongo que alguna vez se habrá encontrado con alguna mancha de leche, o tal vez olor a coño, pero ella nunca dice nada. Sabe que la única forma de retener a su marido es no protestar y permitir que folle con cualquier tía que le ponga cachondo.